Inversión térmica y bajas por congelación durante los grandes fríos de la batalla de Teruel

Autores/as

  • Vicente Aupí

Resumen

La Batalla de Teruel, uno de los episodios más importantes de la Guerra Civil Española, coincidió con un invierno extraordinariamente frío, en el que la presencia de aire polar sobre España fue mucho más persistente de lo habitual y en el que las singularidades del clima de esta provincia aragonesa se aliaron con las carencias propias del frente (hambre, desnutrición, falta de indumentaria de abrigo y pernoctas a la intemperie) para causar un impacto entre las tropas comparable al de las bajas por los combates. De esta forma, entre el 15 de diciembre de 1937 y el 22 de febrero de 1938, las fechas en las que se desarrolló la batalla, más de 15.000 combatientes de los dos ejércitos sufrieron congelaciones que causaron la muerte de muchos de ellos y amputaciones de miembros (pies fundamentalmente) en el resto. El presente estudio está basado en el libro del autor El General Invierno y la Batalla de Teruel, en el que se analiza el impacto que tuvieron en los hechos de la guerra los crudos temporales de frío y nieve del invierno 1937-38. Tomando como referencia los datos del Observatorio de Daroca, uno de los pocos que se mantuvo en funcionamiento durante la contienda, se han podido estimar las condiciones reales que hubo durante aquel crudo invierno 1937-38 en el Frente de Teruel, donde se debieron alcanzar temperaturas de -20 a -25 ºC.

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Publicado

2020-03-16

Número

Sección

Extremos climáticos. Segundas Jornadas del Polo del Frío